miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una recepción pagana en el Siglo XXI

Hace muchos años, para no decir desde el comienzo de la civilización, nuestro trato con los recién nacidos ha sido algo especial. Se trata de una llegada especial, un nuevo integrante de la familia.

Antiguamente la llegada de un bebe significaba el futuro del individuo, y por lo mismo, era algo muy especial. No se hacia una gran fiesta, pero si tenia una connotación especial, ya que había pueblos en los que se preocupaban de que éste nuevo ser viniera en perfectas condiciones. Así es como en la vieja Esparta, si un recién nacido no era perfecto; o sea, venía con algún tipo de malformación o enfermedad, éste era desechado, ya que el pueblo Espartano necesitaba hombres y mujeres sanas para mantener un fuerte ejercito -uno de los más poderosos de la antigüedad-.

En Roma, la Roma pagana, también tenía una importancia especial el nacimiento de un bebe, e importaba las condiciones en que éste llegaba, ya que también el bebe debía ser sano y no sufrir de malformaciones, ya que de ser así, no se le consideraba una persona. Así las cosas, éste nuevo ser pasaba a ser un monstruo, y por ende no podía ser sujeto de Derechos. Su existencia no tenía relevancia jurídica alguna.

De nacer un niño sano y en perfectas condiciones, se desencadenaba una serie de consecuencias, las cuales principiaban con la mismísima presentación del niño a la sociedad. Tal gesto no solo tenía como fin el dar a conocer la existencia del niño o niña, sino que en la antigua Roma era muy importante hacer ésta demostración pública, ya que con éste gesto, ese niño o niña pasaba a formar parte de la familia y por lo demás, podía ser sujeto de los derechos hereditarios de sus familiares (siempre y cuando le correspondan).

Entonces, un gesto para realizar ésta presentación pública del niño en sociedad era demostrar al pueblo al niño, indicando su nombre y quienes eran sus padres. Habían pueblos, como el Judío, en que el niño era marcado físicamente, en señal de que era un hijo nacido dentro del convenio sagrado del matrimonio. Pero los antiguos romanos procedían a otorgarle un nombre a ese niño de manera pública. Y con ésto, como ya dije, el niño o niña pasaba a formar parte de la sociedad.

Tiempo después, con la llegada del Cristianismo y su rápida expansión por el imperio romano, ésta ceremonia adoptó una nueva forma, pasando a llamarse Bautismo. Ceremonia catalogada de "Sacramento de la Iglesia Católica Apostólica y Romana"- la misma que hoy es encabezada por el Papa Benedicto XVI-.

El bautismo de los niños consistía en que se reúne la familia del niño y además, se eligen a unos "padrinos", quienes se harían cargo del niño en caso de que algo malo le sucediese a sus padres. Estando ellos presentes, el sacerdote procedía a darle el nombre de la familia y luego presentarlo como miembro de la Sociedad Romana y de la Iglesia Católica.

Esta ceremonia es una clara adaptación del rito cristiano del bautismo, pero como la antigua roma era una sociedad pagana en los tiempos en que surgió el cristianismo, tuvo que ser adaptada a lo que los romanos estaban acostumbrados y por ello es que no se encontró nada más facil que integrar miembros a la iglesia del imperio por medio de éste rito -que no era compartido por los primeros cristianos ni por el mismo Jesus, ya que éstos estimaban que los niños nacían en un estado de pureza máxima y por lo mismo en muchas enseñanzas que Jesus hacía, utilizaba la figura de los niños para manifestar la obediencia que deben tener los hombres con los mandados del "Padre Celestial"-. Los romanos no encontraron otra justificación que decir que los niños debían ser bautizados porque de morir sin ser bautizados, éstos irían a parar al Limbo -espacio en que permanecerían por todo la eternidad, deambulando, sin tener la posibilidad de llegar a la exaltación divina-. Entonces, los Sacerdotes se aprovechaban de la ignorancia de los fieles católicos, toda vez de que éstos no tenían acceso a los libros sagrados -y en general a cualquier texto, ya que solo los sacerdotes sabían leer, y además, eran los sacerdotes quienes se encargaban por velar las leyes romanas y que éstas se cumplieran-. Así las cosas, los nuevos cristianos, empezaron a realizar éste rito tal cual lo habían impuesto los Sacerdotes, y empezaron a olvidar que en un principio servía para presentar a los niños en sociedad.

Este ritual religioso del Catolicismo se extendió junto con el imperio a todas partes del mundo. Es uno de los ritos que más se realiza en el mundo Judeo Cristiano y se ha mantenido casi intacto en su celebración, ya que los cambios introducidos responden a una flexibilización de la Iglesia frente a los cambios de la Sociedad moderna.

Algo que se conservaba era la creencia de que los niños debían ser bautizados para evitar de que fueran a vagar eternamente al Limbo. Creencia que lamentablemente se justifica en la también permanente ignorancia de la gente, ya que el católico promedio ve a la Iglesia más como una tradición familiar que como una opción de modelo a seguir, y por lo mismo es que muchos católicos se olvidan de aprender los fundamentos básicos del cristianismo, pasando por alto la incongruencia del cristianismo frente al dogma católico. Incongruencia que llego a su punto culmine cuando en la Comisión Teológica del Vaticano, en el 2005, decidió de que habían bases litúrgicas serias para creer que cuando mueren, los niños no bautizados, se salvan. Esto hecho por tierra la creencia de que existe el Limbo y tal como apareció, ahora el Limbo se esfumó dentro de las paredes del Vaticano.

Que no exista el Limbo tiene como consecuencia de que el bautismo de los niños pierda sentido, ya queahora solo tendría por fin hacer una presentación del niño en sociedad y como sabemos, no es una exigencia legal que el niño sea bautizado cuando nace y mucho menos que la presentación del niño se tenga que hacer en la Iglesia.

Hoy en día, nos encontramos en un mundo donde hay un mejor acceso a la información, incluida la religiosa-espiritual, ya que la mayoría de nosotros podemos acceder a los textos e instruirnos en las materias que nos interesan. Todos podemos saber el por qué de las cosas y a que cosas estamos necesariamente obligados a realizar. También nos encontramos en un mundo donde es posible elegir libremente la religión, ya que no existen persecuciones religiones (por lo menos no en nuestro país) y la gente es libre de expresar lo que quiera -siempre teniendo en cuenta su responsabilidad por sus palabras-.

Como en un principio, hoy en día es difícil cambiar ésta conducta de los adultos, ya que les resulta más fácil seguir el modelos de los padres que descubrir la razón de ser de la conducta de los demás, como también el por qué de las demás cosas que realiza la sociedad. Quizás la religión del consumismo y la comodidad lleve al olvido ésta vieja tradición sin sentido y nos permita poder hacer de la llegaba de una nueva vida algo más sencillo y sin ninguna connotación religiosa, ya que ni el mismísimo Jesús estaría de acuerdo con ello.


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